domingo, 24 de febrero de 2008

Varèse y el dolor

A ella de repente le dio por escuchar a Varèse, para compartir su dolor con la trascendencia universal.

Con la música dodecafónica consiguió el hombre materializar el vacío, la rabia por saber que su vida concreta acabará sin ser lo que soñó que fuera. Al final de la noche ya no me dolerá nada.
Varèse se pone roquero. Ella se coloca el pelo, que estos días está feo. La armonía entre el pelo y la cara son el espejo del alma.

Ya no me paran por la calle. Los hombres ya no me miran y me siento patética por pensar que les guste a las mujeres. Las aguas del río están muy frías para atraerme…en el fondo tengo curiosidad por lo que pueda venir. Mira a Varèse, se pone tierno: él sintió y ya está muerto. Yo me moriré y sólo voy a dejar el rastro de mis recuerdos en este mundo. No caben las obras de todos sobre la superficie de la Tierra.

El xilófono entra de verdad en el corazón. Lo amaestra. Lo contiene. La viola suena a esperanza, a viaje que se podrá hacer algún día. Ella no lo sabe, pero son sólo promesas de amaneceres en un Marte que no existe.

Varèse suena a bossa nova. ¡Qué genio! Las excrecencias artísticas son siempre puras, y nos engañan.

lunes, 18 de febrero de 2008

AGUÁNTATE

Borra su teléfono. Borra los teléfonos de los amigos que tienen su teléfono. Cámbiate de universidad. Vete de la ciudad. Cámbiate de nombre. Sométete voluntariamente a una experimentación de la CIA que te haga volver a un estado primigenio. Deja escrito antes lo siguiente:

“Si alguien me encuentra balbuceando, que se cuide por favor de raparme el pelo. Que me pinte las tetas de negro y, si existe la forma de hacerlo sin dolor y sin riesgo para mi salud, que me las corte. Que me extirpen el estómago y me alimenten por vena. Que me envíen a un campo de arroz a China y, si es necesario, que no me extirpen el estómago ni me corten las tetas para que sobreviva allí, pero que me dejen tonta. Mejor aún: que me enseñen a hierro a creer y amar a algún dios que nunca me fallará. Si quien leyere esto no cree que sea suficiente como para que no me vuelva a enamorar sin riesgo 0, por favor, que me mate directamente. Sin dolor, Montes dixit”.

La Emperatriz Infantil

Últimamente sólo me soporto entre el ruido o las canciones de iglesia: transida por el ajetreo o la ilusión empalagosa. Lo llaman vacío interior. Hay gente a la que no le pasa y quizás pueda aprender a vivir sin ello, pero ahora mismo a lo que más miedo tengo es al avance de la Nada. Como la Emperatriz Infantil. Pero ella era niña y princesa, y tuvo a quién mostrarle sus lágrimas. Un héroe que la salvara del monstruo. Ése que esperamos las tontas.

domingo, 17 de febrero de 2008

Lassie

En este febrero que no acaba de llover, no termino de dejar de estar enamorada. ¿De qué? De todo.

Estaban echando una película de Lassie, la perrita que se llevan a Dinamarca y pienso en Tommy y en mis escenas de cama con él, haciéndole cosquillas en su equivalente a axilas. Él muriéndose de placer, con algún gruñido, y yo encantada de tener un ser vivo, peludo y revoltoso al que meter mano en la cama.

Para amor, el amor de madre. Revisando la despendsa familiar ante la llegada inminente de hermano y cuñada, digo "Hay Tang". Mi madre salta "¡Tan llamando!". Mi padre y yo intercambiamos una mirada de comprensión, a punto de estallar de la risa o de la desesperación porque mi madre es así, pero para nuestro alivio, efectivamente estaban llamando. Pura coincidencia. Era su hijo. Mi madre lo supo por telepatía y por amor de madre, porque no se oía nada.

Lassie viajó de Escocia a Bristol por amor.

sábado, 16 de febrero de 2008

Amor y polvos no re/(di)sueltos

Blogger ya tiene su última versión adaptada al filipino...¡y a mí qué me importa! Aunque sí que le debe de importar al filipino o filipina interesado, porque para hablar de odios y amores, nada peor que un gestor que no te reconozca al expresarte.

El otro día fue San Valentín. Algunos afortunados se fueron a la cama con una promesa de amor o de deseo eterno. Yo no, aunque recuerdo un par de sanvalentines terribles en lo relativo a amores-casi que si hubiera leído el horóscopo esos días no hubiera salido de casa. Pero este San Valentín no fue así. Por la mañana me despertó un mensaje írónico e imposiblemente tierno. Que yo recuerde, es el único valentín dirigido a mí en exclusividad...es que en invierno ligo poco.

A lo que iba. "Crisis de la pareja". No se habla, sin embargo, de la eclosión de la ilusión. "Míralos, una pareja reciente". reza mi madre mientras ella, en sus cuarenta y muchos y él en sus ciencuenta y algo se besan en la dársena del cercanías, sorprendiéndose de encontrarse en el lugar donde habían quedado.

Otra eclosión de un futuro mejor, un poco más sórdida: ella, casi en los treinta. Él, casi en los sesenta. ella le quiere convencer de que es lista; él, de que la cree. Él le promete que usará sus influencias, ella se lo agradece, él le advierte que espera que el que entre en la empresa no estropeará la relación tan especial que tienen; ella se acuerda de sus padres mientras lo vuelve a besar.

Mi mensaje de San Valentín. Mi amor de juventud. Polvos no resueltos. Lodos que nunca llegarán a ser polvos. El otro polvo no resuelto, no da señales de vida. Decían las futuristas que la lujuria era lo que mantenía vivas a las sociedades. Vendrá la primavera, con Manu Chao y la esterilidad de la lujuria contenida se convertirá en fuerza viva compartida. Mi lujuria la quiero convertir yo en amor, aunque no haga falta, aunque sea un producto cultural heredero de la tradición judeocristiana. Amor amor es indisoluble con lujuria. Ese querido polvo no resuelto, el de las hormonas que se derraman, el que me visita por las noches para rodar conmigo las películas que no me pasan durante el día. No hay duda: es atracción pura ¡y es tan fácil!. Pero aquí están, millones de hormonas contaminando la estratosfera, turbándome la mente- mente traidora que impide pasar a la acción por ambos bandos, me temo- millones de hormonas que se convertirán en lodo y, reencarnadas otra vez en materia viva, no dejarán la oportunidad de convertirse en polvo...