domingo, 27 de febrero de 2011

Russia

Este año no voy a ir a Rusia, parece. Quizás siempre lo he buscado y evitado a la vez. La razón parece simple: Rusia, su música, las letras que salen desgarrando el alma y las entrañas están ahí para ser mi utopía en la que refugiarme cuando quiero encontrar quién soy, la verdad que me habla tal cual yo en el fondo entiendo las cosas, el mundo perfecto que, como una vez me avisaron sobre mi pasión por todo lo argentino, estaba en mí.