martes, 15 de abril de 2008
Sanguijuela
No hay que decir "no" al dejarse cortar de vez en cuando un trozo de corazón con el bisturí. No. Siempre será una sanguijuela quien lo haga, pero, como a la Moore, nos recordará nuestra vulnerabilidad, pinchará nuestros globos vanos de sueño y tras la cura debida nos dejará listos para afrontar lo que nos queda todavía de vida.
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