http://www.laorgiaperpetua.com/
Ella no se deja rendir y se mantiene en su orgía perpetua. La carne mantiene la revolución, la belleza la permite...el tamaño de los deseos frustrados es infinito y lo sorprendente es que se aprende a vivir con ello, convirtiendo al sufrido en muñeco de plástico viejo que se desgasta en el rodaje y que, como dicen los portugueses, "no se importa": le da igual todo y se da igual a sí mismo.
El calzador de la realidad va amoldando mi plástico que empieza a oler a caucho quemado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario