martes, 17 de junio de 2008

mi vida moderna

Tengo 26 años, "una edad en la que la muerte ya es algo posible". Si no me pasara nada grave, podría considerar que me quedan aún por lo menos 25 años más de vida buena, que son poquísimos. He vivido los anteriores sin darme cuenta de nada.

Hoy he descubierto un grupo "Aterciopelados". Como todos mis grandes descubrimientos, los hago muy tarde cuando ya muchos más lo saben, pero el descubrir por uno mismo tiene algo de inolvidable: eso es tuyo ya nadie te lo va a quitar.

Volviendo a la edad, ¿cómo lo harán las cincuentonas que se conservan como ángeles? Luchando contra algo, supongo, porque a las normales el tiempo nos va marcando tunante.

Esto parece una columna de Maruja Torres. Escucho "empiezo una nueva vida, un rompecapezas que tendré que armar, lejos de su influjo, de la suave fragancia que invadió mi ser". Desde que leo libros de autoayuda para mujeres me estoy volviendo aséptica y racional, pero el dolor pasión de un cuerpo que deja huellas sobre otro y hace olvidar, sí, es una droga, pero ¿quién se puede olvidar del mejor "viaje" que tuvo? Ahora entiendo por qué lo perdía todo: estaba con el mono.

Sumar amantes es tan fácil como perderlos, o echarlos, o mandarlos a la mierda. El último texto a partir de la última ruptura

LA VIDA MODERNA

Asepsia. Trabajo sin sentido.

La máquna trabaja 1-2-3. Y sonríe, eso es el nuevo detalle.

Soledad de los cuerpos saturados por tanta información y palabras raras.

Psicólogos engañan a la máquina,

convenciendo de que sí que vale la pena,

de que hay un sentido en el fondo.

Son la nueva religión, (y yo parezco un libro de espiritualidad yanki)

Un poema sencillo, que nadie compraría;

pierde su valor según lo voy escribiendo,

porque el mercado del juicio relativo me lo está leyendo a la vez

- y le vale más el papel usado, para reciclarlo

Ya no hay amor, ya no hay amor,

ya no hay amor, porque somos todos muy listos

y muy modernos

Ya no hay amor.

No hay comentarios: