viernes, 25 de junio de 2010

No surprises

Sólo el haber re-descubierto esta canción ya vale el precio de haber ido a ver a D. Reencuentro con la esencia, el alma que tiembla porque ve el amor, el tiempo, los amigos pasar...el deseo de haber vivido otra vida con menos seriedad, menos libros y más tardes de simplemente estar. Es tanta condensación de lágrima no echada la que te puede dar una canción...y sabes por fin que sí que estás conectada con el resto del mundo, que eso es lo que somos, más allá de Christian Carter y los manuales para vivir una vida perfecta. De dolor, de migas que vuelan, de alegría y de momentos felices que te echan para atrás el pelo mientras suben luces de colores como en un dibujo manga...al final, todo está bien, aunque estaría mejor tener con quien compartir...el sueño eterno de poder fundir un alma con otra, por lo menos un momento...

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