viernes, 4 de enero de 2008

El hombre del pan

¿Ves como existe el hombre del pan?

No lo miro porque no quiero incomodarlo. Su oficio me parece el más noble de los que se juntan a estas horas en la calle: meterse hasta la cintura en la basura para que le paguen X , o para darle de comer a sus gallinas.

Parece hasta joven: no más de 50. Yo llevo años viéndole con la misma edad...¿le habrán tomado el relevo?

Ayer en 8 horas grabando datos me planteé la vida, pero sobre todo la muerte en vida: la muerte de los sueños. Hoy espero que no me pase lo mismo, y no excusar mis pérdidas de atención confudiéndolas con genialidades.

El hombre del pan cruza por el medio de la carretera.

Divorciados que viven con sus padres. De estas cosas me entero al fusilar sus peticiones- a veces desesperadas, otras casuales- siempre equivocadas, según me las quiera imaginar - de tarjetas de crédito. Madres de 18 que llevan dos años trabajando de peluqueras y tienen un hijo. Brasileñas que quieren ser modelos y que también son peluqueras. Todos caemos.

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