viernes, 4 de enero de 2008

Enamorarse

Hace tiempo que no hago tonterías. Ya no me enamoro.

Un día, mientras escribía un mail (a algunO de ellos, quién sabe) se me desbordó el agua de los garbanzos. Cuando fui a apagar el agua, se me desbordó el agua de lavar la ropa a mano. Menos mal que un sueco o un español previsor y genial lo había previsto todo y había hecho en el lavabo dos agujeros a la altura justa antes del desastre.

Otro día, llevaba dinero en la mano y lo perdí. Otro, recuerdo, no llegué a cogerlo del cajero. El libro de Thibeaut quedó para siempre en un Cercanías mientras yo pensaba en E. y en Granada. Por no hablar de cervezas pagadas a 20 euros por no recoger las vueltas.

Mis finanzas han hecho un acuerdo con Dios para que no me mande más amor por ahora.

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