lunes, 14 de enero de 2008

Mi día posmoderno

esta entrada es sólo la inauguración de una serie de reflexiones sobre la posmodernidad

"¿Pero será posible que se me haya olvidado lo que es?" Dicen que lo que no se sabe explicar, no se sabe lo que es. Hoy me he visto diciéndole a un compañero encantador- jugando con ventaja, pues sé que a él nunca le han pasado por los bigotes tamaña frase- que lo que había editado era "muy posmoderno". Segundos después me he dado cuenta de lo ignorante que estaba siendo (yo) y de la vergüenza que me daría que me hubiera escuchado alguno de los maestros de los que tan poco he aprendido.

"Pues ahora te jodes". Como penitencia y cura de vergüenza he cogido el LIBRO de Lyotard La condición postmoderna, a ver si consigo preparar una respuesta rápida y eficaz sobre la posmodernidad (es que me debo de estar volviendo gilipoyas, porque recuerdo que este verano en Boston también le estuve hablando de la Postmodernidad a un atractivísimo latin lover mexicano...¿será que mi definición de Postmodernidad es "aquello incomprensible que te crees que sirve para ligar"? Muy típico de estudiante de Comunicación, pero nunca creí que fuera a caer tan bajo).

Volviendo al asunto postmoderno. Durante una hora y diez páginas de trayecto he intentado aprehender el significado del paso del concepto con autoridad a las múltiples autoridades; me queda mucho Lyotard por recorrer, lo sé. Para dar una cabal comprensión de este total con sentido unívoco quiero decir que esta mañana he asistido a la Lección Jubilar del que fuera Rector Excelentísimo de la Universidad Carlos III de Madrid, "Reflexiones sobre el Derecho". Peces-Barba ha defendido un Positivismo Corregido, un derecho inserto en la historia y que da respuesta a las preguntas de cada tiempo. Claro, tranquilizante; yo he aplaudido.

Con todo este bagaje subía la cuesta hacia mi casa. Al fondo, un corredor de piernas con músculos enlatados por el nylon de sus mallas. "Fíjate qué cachas está, y no le cuesta nada", pienso yo. Lo miro. Me mira. Me suelta "¡CHOCHO!" Me quedo muda y todas mis teorías se derrumban o se confirman de una sentada.

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